Identidad
de Género en Conflicto
Casa de las Mujeres de San Sebastián
4 de mayo de 2017
"Programa
#violeta_deambulante"
Izkali.
Escuela de gestalt.
Tras más
de un año retirada del espacio público, ha sido reconfortante para
mí poder hablar sobre identidad de género en una plaza tan
acogedora como es la Casa de las Mujeres de San Sebastián. El
encuentro ha sido cálido desde el principio. Las asistentes han ido
enriqueciendo el discurso con sus intervenciones, y se ha creado un
clima de confianza y sororidad. La pregunta que ha roto el hielo ha
sido ¿quién soy yo?, a lo que algunas han respondido;
curiosa, cariñosa, mujer, persona, cuerpo...
Durante
el encuentro hemos hablado sobre la plasticidad e intersecionalidad
de la identidad. Así como de los aspectos de la identidad que me
unifican, que me hacen sentir una y la misma a lo largo del tiempo, y
los aspectos que me fragmentan.
Hemos
comentado que el mayor anclaje con el que cuenta nuestra identidad es
el cuerpo, siendo éste parte fundamental de nuestra identidad. Así,
el cuerpo es la herramienta desde la que performamos nuestra
identidad de género; cómo nos movemos, qué espacio ocupamos, cómo
vivimos nuestros atributos físicos... todo es parte de nuestra
identidad de género.
Asimismo,
la identidad es subjetiva y, al mismo tiempo, dependiente de un
entorno cultural, social e histórico. Posiblemente, cómo se
construye la identidad es igual aquí que en África, pero lo que un
cuerpo recién nacido recibe de lo que tiene que ser, cómo es
tratado, y los referentes con los que cuenta seguramente son
distintos en cada lugar.
También
hemos hablado sobre cómo la sociedad marca unos Ideales de Yo
para las mujeres y otros para los hombres, y de la existencia de una
jerarquía según la cual todo lo atribuido a los hombres tiene mayor
valor. Hemos debatido sobre los avances realizados, y hemos llegado a
la conclusión de que ha habido avances en lo que las mujeres
“tenemos que ser”, pero que, en cambio, sigue siendo difícil
detectar y modificar todas aquellas situaciones y formas en las que
se nos coloca a las mujeres en un segundo plano. La vía de trabajo,
por tanto, es doble todo el rato; por un lado terminar con la
división de género, y por otro valorar lo relativo a las mujeres.
Para
finalizar, he presentado el
Taller de Cultura feminista como un espacio en
el que a través de la herramienta del Trivial Feminista indagar más
en los aspectos de la propia identidad de género.
El
encuentro ha culminado con un interesante diálogo entre las
participantes sobre aspectos tratados en la charla; debate sobre la
herencia y la cultura, dificultades en el ámbito del deporte, y un
tentador envite a profundizar sobre la relación entre la sexualidad
y el poder. Ésta para la próxima ;-)
Maite
Blanco Gómez
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